Claro, con el lío que han provocado las elecciones catalanas, cuyo resultado final depende de una señora que está en Suiza, la de ERC, y a la que no hacen el menor caso sus bases, y de otro señor que se dice a sí mismo exiliado, a ver quién es el guapo que se para a pensar en las inminentes elecciones europeas. Y más aún: a ver quién es el guapo que presta atención a esas candidaturas, calculo que unas veintiocho de las treinta y tres que se presentan, que no tienen ninguna o casi ninguna posibilidad de obtener el codiciado, soñado e imposible escaño en el Parlamento de Estrasburgo. Bueno, pues yo, para lo que valga, sin duda poco, sí les voy a prestar hoy un mínimo de atención, con su permiso. Porque lo merecen. Algunas, digo.
Ver noticia completa →